¿Cómo escribir sobre el PSG?
¿Cómo se encuentra motivación para escribir sobre PSG? Es cómo tener que escribir una nota sobre los nuevos combos de McDonalds, los ingresos anuales de Amazon o las nuevas películas que tiene preparado Marvel Studios pero sin que te regalen Pop Funkos.
Más difícil cuando venimos del tándem Eurocopa-Copa América que nos recordó añejos tiempos donde se jugaba por la gloria de la camiseta y no tanto para marcar ficha. Y de los Juegos Olímpicos, donde los emocionantes relatos de José Montesano acompañaron la gesta de la selección argentina de vóley masculino. Es que cada épica necesita de un carismáticos juglar que la trasmita, así como hizo Víctor Hugo Morales con los ingleses que Maradona fue dejando en su camino al Olimpo.
Escribir sobre el PSG es hacerlo desde la más cruda realidad. La que vivimos a diario donde el que más tiene cada día tiene más a costa de los que menos tiene. Esta realidad, injusta, monótona, y de las que el ser humano busca escapar con épicas. Al fin y al cabo, nos emociona más escuchar cómo 300 espartanos pudieron derrotar al poderoso ejército persa. Escribir sobre este PSG es contar cómo ganan los malos y Mario nunca llega a salvar a la princesa.
Pero es Messi, así que algo hay que poder escribir. Pocas personas emocionan más que Messi cuando está con una pelota de fútbol y más si a su lado están Neymar, Mbappé, Verrati, Ramos… y ahí vamos otra vez al principio. Este PSG le quita todo atisbo de belleza a uno de los jugadores que más bello ha hecho a este deporte.
Tanto talento en cancha, como si fuese el Brasil del 70 con Pelé, Rivelino, Tostao, Gerson y Jairzinho, pero sin un marco que nos permita guardarlo en lo más preciado de nuestra memoria emotiva. Es que cada triunfo será burocrático y ansiaremos cada derrota para recordarnos que de vez en cuando David le puede ganar a Goliath. Y festejaremos con un puño apretado, quizás con culpa y hasta vergüenza, por tener que celebrar la caída de quien tantas alegrías dio y seguirá dando. Que tengamos esta dicotomía es lo peor que nos pudo hacer Al-Khelaïfi: Tener que elegir entre nuestro héroe o que pierda el malvado villano.
Mis respetos a todos los profesionales que puedan encontrar buenos motivos para juntar palabras por este PSG. Seguro habrá mucho que decir y analizar en esta temporada que entra. Aunque se podría resolver con un mail.
