Celtic estará allí

“¿Ficharon a un Cork Bhoy hoy?” dijo con su voz ronca Shane McGowan al iniciar un concierto de The Pogues el 15 de diciembre en Glasgow. Él estaba tan contento por este anuncio como los fanáticos que se emocionaron por sus palabras. Unas horas antes, Roy Keane había firmado con el club de sus amores: Celtic Football Club.
Cómo dijo McGowan, Keane nació en la ciudad de Cork, en la República de Irlanda. Desde niño, al igual que McGowan, había sido hincha del club que, en 1967, llenó de orgullo a escoceses e irlandeses al ser el primer club británico en ganar la UEFA Champions League. Después de su salida de Manchester United, rechazó una oferta que Emilio Butragueño, vicepresidente del Real Madrid, le presentó para que se uniera al señorial club español. Un poco por miedo al cambio, otro porque sintió que Gordon Strachan, DT de Celtic por ese entonces, le “mojó” la oreja al expresar que el equipo “estaba bien sin él” (Neil Lennon y Stilian Petrov estaban en un gran nivel), pero mucho porque su corazón le indicó que debía vestir la camiseta que siempre soñó.
“Todos los chicos en Irlanda son hinchas del Celtic” declaró Roy Keane en su presentación. Pero, ¿qué atrae a tantos irlandeses a un club escocés?. Solo con ver su nombre, el escudo (con un trébol de cuatro hojas) y su camiseta verdiblanca, uno se da cuenta de la influencia irlandesa en el club. Todo se remonta a 1897, cuando el Padre Walfried decidió fundar un club para recaudar fondos y ayudar a los inmigrantes irlandeses que, al igual que él, se radicaron en Glasgow para escapar de la “Gran Hambruna” (1845–1852). Con los años, y para marcar aún más su carácter irlandés, instalaron césped traído del condado de Donegal en el primer Celtic Park.
Celtic es considerado por muchos fanáticos como una institución escocesa pero un club de fútbol irlandés. Miles de hinchas en Irlanda viajan semanalmente a Glasgow para ver los partidos, y cuando el club realiza una pretemporada en sus tierras, el Aviva Stadium de Dublín es colmado.
Cada vez que algún periodista inglés criticaba a The Pogues por ser un “grupo de irlandeses borrachos”, Shane respondía irónicamente: “No somos realmente irlandeses”. Hijos de inmigrantes, nacidos lejos de su tierra, se aferran a los símbolos culturales para consolidar el vínculo con su nación. Celtic representa la unión, el orgullo y la resiliencia de los irlandeses en la diáspora.
Cuando el jardinero Willy hizo un repaso de los enemigos de los escoeses, no mencionó a los irlandeses. Quizás es porque sea hincha del Celtic, cómo Roy, Shane, Robbie, Martin, Neil, Walfried, Rod y tantos otros en Dublin, Glasgow o cualquier ciudad del mundo. No importan dónde estén, “Celtic estará allí”.