Encara Gordon

Las noches de Newcastle fueron reflejadas en Geordie Shore, el reality de MTV donde un grupo de veinteañeros, con el sexo como meta y el alcohol como medio, hacían estallar su líbido frente a las cámaras para el entretenimiento de los espectadores ávidos de drama y chisme.
Junto a Gary, Charlotte y los demás podría estar el carismático Anthony Gordon. Siempre gustoso de entablar una buena conversación y sin que la vida en el norte le haya hecho perder el acento scouse (surgió de Everton), le gusta conquistar a los fans a través de las entrevistas, en las que siempre es muy abierto: “Ser futbolista es un trabajo interesante, especialmente para los hinchas, que quieren saber todo lo que pueden. Cada vez que hablamos, y hablamos honestamente, les damos la oportunidad de ver lo que sucede. Realmente me gusta hacerlo. Muestra a la gente un poco más sobre mí y un poco más sobre mi personalidad”.
En cada entrevista evita “parecer un robot”. No quiere mecanizarse ni perder la calidez, al igual que cuando juega. Errar es humano y para Gordon es fundamental en su proceso de aprendizaje: “Lo ves en mucha gente en la vida, incluso en el fútbol de alto nivel: el miedo a cometer errores es lo que frena a la gente. Pero yo no tengo miedo de cometer errores en lo más mínimo. Estoy muy contento de hacerlo porque veo los errores como una oportunidad para aprender. O hago las cosas bien o hago las cosas mal, que al final se convertirán en las cosas correctas”.
Anthony Gordon se gana la vida cómo extremo. Esos equilibristas que de tanto talento que tienen deciden aumentar el nivel de dificultad agregando a la linea de cal como un rival extra. En la cancha Gordon puede destacar como un wingman que prepara la jugada y asiste para que sus compañeros se luzcan o encarar sin miedo al éxito.
Gambetea, desborda, dispara, falla, la pierde y vuelve a intentar las veces que sea necesarias en un fútbol donde se cada día se busca más estandarizar y reducir los riesgos. “Siento que en el fútbol el consenso general es –especialmente cuando eres joven– que no puedes cometer errores. Puedes, pero en tu cabeza lo ves como ‘no puedes cometer errores’ y te preocupas por lo que la gente piense de ti”.
En el estructurado equipo que construyó Eddie Howe, la presencia de Gordon es ese chute de adrenalina y atrevimiento necesario para animar las joviales noches de Newcastle.