Oihan Sancet: corazón calido y mente fría

“Oihan es uno de nosotros” es la frase que encuentro asiduamente en Twitter por parte de los hinchas del Athletic Club. El volante navarro bien podría estar en las tribunas alentando, pero su talento lo llevó a escribir su historia dentro de la cancha. Con el corazón calido por la pasión, pero la mente fría de un profesional, aúna la energía para llegar a rematar el área como goleador y la claridad para soltar estiletazos que diseccionan defensas rivales.
Oihan en San Mamés es como si hubiéramos ido al CBGB a ver un show de Los Ramones y, después de un vendaval de adrenalina y guitarras motosierras, tocarán Talking Heads. Otro ritmo, otra lírica, pero con la suficiente furia para no descolgarse de la onda del lugar.
El Athletic se planta, pisando 2025, con su filosofía de sólo jugadores de origen vascos, a competirle a los grandes de España. Poco se dice, pero es un club heroico en este fútbol actual. Oihan, Nico o Iñaki son los modelos a seguir para aquellos jóvenes que sueñan con llegar al primer equipo como otrora fueron Yeste, Julen Guerrero o Aduriz. Es un ciclo de talentos que se retroalimentan constantemente.
Es que Oihan parece que anda solo y en silencio por la cancha por la manera en que logra encontrar libertad en espacios congestionados y tiempo cuando todo apremia. Parece solitario, pero no lo es, puesto que juega acompañado por miles de leones que lo reconocen como parte de su manada.